Among Abuelita Ana’s Pots #TFNP

Among Abuelita Ana's Pots The Food Nostalgia Project
Among Abuelita Ana’s Pots
The Food Nostalgia Project

 

It amuses me when people say: “you don’t have a Colombian accent” As if something like that existed!

Colombia is a country so rich and diverse that the differences between the regions are enormous. Not only when we think about accents, but also about customs and of course about food.

Barranquilla is a warm city in the north of the country, and is the place where Álvaro Oeding was born and raised. His accent and mine are not alike but some part of our personal histories is. We both grew up with our mothers in big houses with our aunts, uncles and grandparents, with huge kitchens and diner rooms full of people.

The memory of the squishy saucy meat, always accompanied by white rice and beet salad, brings Alvaro a lot of emotions, evoking the image of Abuelita* Ana cooking in the big pots to feed all the family. His mouth waters when he remembers the tenderness of the meat almost melting in every bite, soaked in that kind of tomato and onion sauce that even now he doesn’t know how to cook. A delicacy he longed when returning back home from school.

The kitchen was Abuelita Ana’s territory and the kids where not aloud in there. Therefore, Alvaro had to wait patiently in the huge glass doors dining room for his Tía** Cecilia to approach with the beloved dish.

Beets and onions! Who would have thought that such strong and particular flavours would arouse, even today, far from their native home, the nostalgia and the child that at his 30 and few years Álvaro carries inside. That child who grew up in a smaller Barranquilla where neighbours were like family, where children played in the streets, and where he returns whenever he can to keep savouring the delights that Abuelita Ana and Tía Cecilia, still prepare in the same old huge pots for the whole family.

*Abuelita= afectionaly for for grand mother (granny)

**Tía= Aunt

Based on an interview with Alvaro Oeding. Picture from his family’s archive.

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Me hace gracia cuando la gente dice “no tienes acento colombiano” ¡como si tal cosa existiera! Colombia es un país tan rico y diverso que las diferencias entre las regiones son abismales. No solo en los acentos, tan bien en las costumbres y por supuesto en la comida.

Barranquilla, una cálida ciudad al norte del país es la ciudad natal de Álvaro Oeding.  Su acento y el mío no se parecen en nada, pero coincide nuestra historia en que los dos crecimos con nuestras mamás en casas enormes llenas de gente con tíos y abuelos, con cocinas y comedores llenos de familia y amigos que pasaban de visita.

El recuerdo de la carne blandita en salsa, el arroz blanco y la ensalada de remolacha llena a Álvaro de emociones cada vez que evoca a Abuelita Ana guisando en esas grandes ollas indispensables para poder alimentar a toda la familia.

La boca se hace agua cuando recuerda la suavidad de la carne que prácticamente se derretía con cada mordisco, empapada en ese especie de guiso de cebolla y tomate, que todavía no descubre como reproducir. Un manjar deseado a la llegada del colegio. La cocina era territorio de Abuelita Ana y los niños no entraban ahí, por eso Álvaro debía esperar pacientemente en el comedor de inmensas puertas de vidrio a que su tía Cecilia se acercara con el añorado plato.

Vaya curiosidad, ¡remolacha con cebolla!, quién se iba a imaginar que unos sabores tan fuertes y particulares despierten a día de hoy, lejos de su casa materna, la nostalgia y el niño que a sus 30 y pocos Álvaro lleva por dentro. Ese niño que creció en una Barranquilla más pequeña donde los vecinos eran como familia, donde los niños andaban por las calles y donde regresa cuando puede para seguir probando las delicias que la Abuelita Ana y la Tía Cecilia siguen preparando en las ollas inmensas para toda la familia.

Basado en una entrevista a Álvaro Oeding. Foto de su archivo familiar.

4 thoughts on “Among Abuelita Ana’s Pots #TFNP

  1. Creo que cualquier buen cocinero ( y si no es buen cocinero por lo menos buen comedor) no tenga referencia de una abuela, madre, tía que no les inculcase el amor por la cocina y eso queda como por lo que cuentas os ha pasado a vosotros bien sea de Colombia, de España o de cualquier parte del mundo y eso si junto la familia, bonito y evocador post!!!

    1. Muchas gracias Elena! así es, todos tenemos esa nostalgia por la comida con la que crecimos… es parte de nuestra memoria personal y un legado que nos llevamos para siempre. Me alegra que lo hayas disfrutado! Un saludo.

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